jueves, 22 de abril de 2010

Una profesora del 2030

Han pasado muchos años desde que esta mujer de mediana edad prometió no perder nunca la esperanza en su trabajo. Ahora tiene miedo de no servir de utilidad; de haberse quedado desfasada a pesar del esfuerzo y la lucha contínua por la renovación. Se siente sin fuerzas: el mundo de la educación ha experimentado cambios que nunca hubiera imaginado. Triste y desorientada, echa de menos el espíritu revolucionario que tenía entonces. Ahora sus alumnos tienen el poder del proceso de enseñanza- aprendizaje: sienten que su profesora no puede aportarles nada nuevo, porque de lo nuevo son ahora ellos dueños. Han perdido la habilidad de la escucha; consideran a sus mayores tradicionales e innecesarios para los tiempos que corren. Pero como todo joven, ellos también se encuentran desorientados. Algún día, estos jóvenes sentirán la fragilidad del avance, viéndose obligados a asumir que lo hoy se considera nuevo mañana se convertirá en tradición.

6 comentarios:

  1. Esto es como la vejez, todos debemos pasar por ahí, pero hay que mirarlo desde otro lado, y es que los más pequeños también pueden enseñar a los más peques, ¿qué consejo le darías tú a esa desamparada mujer? (Vane)

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  2. El mismo que les daría a sus alumnos: el simple hecho de no angustiarse cuando descubran que, al fin y al cabo, todos somos producto de una tradición. (Verónica)

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  3. Bueno, Verónica, puede que sea así; lo más importante es que no lo sabemos con certeza y eso es lo que tiene que hacer que amemos más y más nuestra profesión. No sabemos lo que pasará mañana. Pienso que hay que vivir el presente y saber manejar las nuevas tecnologías para que estas no nos manejen a nosotros:-) besets.

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  4. Carpe diem... tempus fugit!!! Tenemos que aprovechar cada momento de nuestra vida y saber adaptarnos a cada situación para poder disfrutar de aprender de todo. Yo creo que es fundamental para nuestro trabajo llevar siempre una sonrisa en la cara y saber cómo contagiarla a nuestros alumnos.

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  5. Contra el optimismo no hay vacunas, así que ánimo, no os rindáis, que la interacción y el aprendizaje mutuo entre alumnado-profesorado siempre estarán ahí. En secundaria seguiréis siendo modelos y fuentes de saber y conocimiento para vuestra clase. Otra cosa, será la universidad...

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  6. Que seria te pones, chica, tampoco es para tanto. Al fin y al cabo, el profe les lleva unos años de ventaja y esta experiencia es la que debe aprovechar. Estarías de bajón porque tú no eres así... Saludos

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