viernes, 4 de junio de 2010

El Príncipe de la Niebla: reseña.


El juvenil autor Carlos Ruiz Zafón se mantuvo indiferente hasta que La Sombra del Viento llegó a convertirse en un fenómeno social de escándalo; momento en el que se dio a conocer su anterior producción. El Príncipe de la Niebla, El Palacio de la Medianoche, Las Luces de Septiembre y Marina constituyeron los primeros productos de la creación del autor destinados al público juvenil; los cuales, sin duda, conformaron su novela de éxito.

El Príncipe de la Niebla fue la primera obra del autor, con la cual obtuvo el Premio Edebé. En ella, podemos encontrar todos los ingredientes destinados a encandilar a cualquier joven que se anime con la lectura: cruce de historias relacionadas, misterio, fantasía, terror, amor, miedo, suspense e intriga; cualidades todas ellas cultivadas en un solo relato mediante una narración pulcra y llevadera. Narrada en tercera persona, el relato cuenta el misterio que envuelve a la nueva casa donde Max y su familia se ven obligados a vivir después de su décimo tercer cumpleaños; una casa solitaria, ubicada en un lugar indeterminado y sombrío junto al mar. El desconcierto y la inquietud de Max por desvelar los oscuros asuntos que esconde el lugar, no despertarán hasta que su familia se vea involuntariamente involucrada.

La obra desborda imaginación e intriga ingenuamente servida al lector. Por consiguiente, El Príncipe de la Niebla podría proponerse como una de las lecturas para trabajar con los cursos de segundo y tercero de secundaria; pues es un texto de fácil lectura, donde personajes y hechos se describen desde un punto de vista cinematográfico e incluso, en algunas ocasiones, con cierta gentileza.

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