martes, 9 de marzo de 2010

Descripción de Álvaro y su desdoble imaginario

Bajo una mirada aparentemente fría, se esconde una personalidad sincera, tímida y reservada. Álvaro siempre acude a clase puntual. Bien por un hábito arraigado a lo largo del curso, bien por pura inconsciencia de unos actos asumidos, Álvaro siempre suele entrar por el ala derecha del aula y sentarse en la tercera fila. Suele vestir en tonos marrones, a juego con la cartera que siempre le acompaña. Su caligrafía es grande, con suaves curvas y cierto alargamiento de las letras; siempre escribe con tinta azul. Poco más sé de mi compañero: hace tan solo un mes que lo conozco; pero me gusta sentarme a su lado.

ÁLVARO DESDOBLADO:

Rubio, ojos claros, con gafas; un tipo algo extraño, pero elegante y brillantemente inteligente. Si no hubiera llegado a escuchar su exquisito acento manchego, en la vida me hubiera podido imaginar que este chico fuese de Almansa. No logro recordar con claridad el momento en el que lo conocí; ni siquiera recuerdo con exactitud los maravillosos momentos que pasé con él, aunque me atreva a calificarlos de esa manera. Sin embargo, todavía no he conseguido borrar de la memoria el momento en el que decidiò marcharse. Pretendía ser profesor de biología. Sin duda, hubiera sido el mejor. Amante de todo ser viviente. Dedicó años a estudiar el comportamiento del lobo por puro entretenimiento; era su animal preferido por excelencia. Cada vez que íbamos a un restaurante siempre pedía un plato combinado de sepia. La sepia. Todavía no he conocido a nadie que le guste tanto la sepia. Te echo de menos. ¿Cómo siendo tan responsable no pudiste prever semejante error?.

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