domingo, 23 de mayo de 2010

Memorias de una vaca (Bernardo Atxaga)


Resumen:

Mo y su pesado (conciencia) inician el recuerdo de una vida marcada por una decisión inapelable: no ser una vaca tonta, ya que "no hay nada más tonto que una vaca tonta". Con el lema claro desde el principio, Mo incia desde su retiro acompañado de Bernardette el relato de su vida, una vida que nos permite ver de reojo historias interesantes de la época de la posguerra española, la figura de los maquis, la autoridad del ejercito, la amistad, el valor de la memoria, etc. La historia de Mo se centra en su hogar Balanzategui, donde sus dueños logran, ante la mirada amenazante de gafas Verdes y sus secuaces, suministrar provisiones a los Maquis que en las montañas continúan la lucha contra Franco. Ese suministro se logra en parte gracias a las vacas que en Balanzategui viven ya que constituyen sin saberlo un buen sistema de comunicación entre los guerrilleros y los dueños de la finca. Al final gafas verdes comprende el enredo y la tragedia se cierne sobre la casa. Mo se marcha de casa junto a su amiga la vache que rit, juntas recorren la geografía española pero pasado algún tiempo Mo se quedará sola y derrumbada por la soledad está a punto de sucumbir a la tristeza, no lo hace y por el camino hallará a Bernardette a quien llevará al convento y junto a la cual vivirá hasta que decida acabar sus memorias.


Opinión personal:

Si la memoria es el olvido ya que lo que recordamos no es sino una marca de todo lo que dejamos atrás, la vida de Mo no es sino un reflejo de lo mucho que ha caído en el olvido. Dividiremos la opinión personal en tres apartados: en primer lugar mi opinión acerca de la obra, en segundo lugar la conveniencia o no de introducir este libro como lectura en secundaria y por último una reflexión final acerca de lo que la obra pretende trasmitirnos.


La obra de Atxgaa es sencillamente magistral, la sucesión de anécdotas, sucesos y aventuras hacen de su lectura un verdadero placer. El léxico cuidado y cercano, el humor desbordante que permite al autor acercarse a una época trágica de la historia española sin caer en el pesimismo existencial y la totalidad del personaje protagonista vertebran una novela de 10 de principio a fin.

Eso no sé si quiere decir que deba ser una novela adecuada para secundaria. Si lo es no hay duda de que su lugar es 4º de ESO, donde los estudiantes podrán ya ahondar en la novela sin superficialidades. Pero la pregunta sería más bien si es oportuno situar esta novela en un contexto donde ya desde el principio partirá con desventaja. Me explicaré: descubrir esta novela y leerla, augura diversión y disfrute, asumirla como una imposición más del poder totalitario escolar puede ahogar el bien en abundancia de mal. En fin, no sé. Obligar a leer lo bueno es semejante a obligar a amar lo bello: incoherencias gramaticales de verbos que no pueden conjugarse en imperativo.


Respecto a la reflexión final acerca de lo que la novela pretende trasmitirnos, es evidente que se dan muchas posibilidades: la amistad, la resistencia, la personalidad... Sin embargo yo he preferido centrarme en el asunto que da pie al título: la memoria.

Recordar es un acto de supervivencia. Recordamos para no olvidar aunque también recordamos porque olvidamos. La subjetividad más plena se da en esa mirada hacia atrás que pretende recuperar, representar, hacer de nuevo presente aspectos ya pasados. En esa recuperación se da siempre una selección, que para los Benjaministas* es siempre una manipulación, pero para el sentido común es simple ficcionalización lejana y superior a la justificación ideológica. La memoria es subjetiva pero no falsa y desde mi punto de vista la maestría y originalidad de Atxaga es asumir ese acto de recuperación desde la novela, Mo escribe para recordar y en eso personaje y narrador se aunan.

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