Me pregunto qué tipo de profesor seré en el año 2030. ¿Curiosa pregunta verdad? Seguramente habrá cosas que no cambien o sí, como las leyes. Si en los últimos 20 años hemos pasado por unas cuantas leyes; LOE, LOCE, LODE, etc., no me extraña que vuelva a ocurrir lo mismo. Es más, en el 2030 estaremos ya por la V, y será la ley L.O.V.E., una ley de educación en amores o algo así. Los profesores iremos a los centros “reeducativos”, si, reeducativos porque la educación en sí misma habrá desaparecido. Se usará algún tipo de ordenador en las clases en donde la conversación con los profesores y sus compañeros será a través de algún tipo de chat universal que Conselleria habrá adquirido por una cantidad económica brutal pero que en realidad, no funciona correctamente.
Las clases serán cuadradas, donde nosotros, los profesores, estaremos en una esquina, un tanto apartados, para comprobar cómo cada uno de los alumnos aprovecha los conocimientos que hay en sus ordenadores a través de un pendrive (proporcionado por alguna editorial que desee hacer negocio con la reeducación de los jóvenes) que les irá introduciendo en la vida diaria de las clases. Y lo mejor de todo serán los exámenes. ¡No habrá!. El ordenador del profesor tendrá un control de lo que hacen los alumnos, pudiendo bloquearlos cuando no realizan las tareas.
El profesor, o sea nosotros, nos dedicaremos a controlar sus trabajos puesto que el ordenador hace todo el trabajo; explica los temas, corrige los ejercicios, propone lecturas, etc. De vez en cuando, y siempre que estén muy cansados de la vista por culpa de la pantalla de 10”, se realizarán actividades del siglo XX, o sea, escribir en algún papel reciclable.
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